viernes, 30 de octubre de 2009

¿Qué es el Arte? (III Parte)

      Por fin los nubarrones se han abierto y el refulgente sol ha empezado a brillar de nuevo sobre las férreas cadenas del artero tiempo, marco en el que este drama de desdichas humanas que compone la sociedad actual se desenvuelve en un halo de destino y predestinación. Y es este pequeño y frugal claro entre los tormentosos cúmulos lo que me permite dedicarle un poco tiempo a actualizar, este, nuestro hogar. Y es que sí, queridos amigos, entre mis innumerables actividades de las últimas semanas (algunas de carácter artístico, otras de índole mucho más humana, y algunas incluso que rozarían lo heroico si algún sabio dramaturgo se decidiera a difundirlas entre las gentes de los cinco continentes y los siete mares) he podido robarle un poco de tiempo al imponente destino para acercaros a la lumbre de vuestros hogares la tercera y última entrega de este breve y efímero artículo sobre la naturaleza y la definición de aquello que conocemos como arte guiado por las musas inmortales.


      Perdón por la palabrería, pero si en el artículo anterior estaba escuchando a un Beethoven poco antes de su muerte ahora me he puesto unos cascos por seguridad (y es que son casi las tres y media de la madrugada y no me apetece ser protagonista de un asesinato vecinal en mi edificio, gracias) y me hallo escuchando el Götterdämmerung de Guillermo Ricardo Wagner. Bueno, como es más conocido por estos lares: “El Ocaso de los Dioses” de Richard Wagner (sí, se llamaba Wilhelm como primer nombre, hay que ver con la wikipedia...). Espero empezar en breve con los análisis de la tetralogía entera del Anillo del Nibelungo (y serán largos y extensos, creedme), pero por ahora baste decir que cualquier persona que se quiera considerar humana debería verla (y digo verla, sí, por que simplemente escuchar un CD hace que pierda toda su magia) y entera, claro, las catorce horazas. ¡Vamos, seguro que la mitad de vosotros os habéis hecho la maratón del Señor de los Anillos, pues este Anillo mola mucha más, sin lugar a dudas! Bueno, pues de ahí viene la parrafada inicial, es que Wagner siempre es épico, y eso se contagia. Y ahora, al ajo.


      Tras analizar con vosotros la definición que de el término “Arte” da la RAE y la Wikipedia (dos instituciones de gran calado mundial, como todo el mundo sabe, miembros ínclitos de la sociedad y heraldos del porvenir) he llegado a la conclusión de que no se parecen en absoluto a mi manera de entender el arte. Y es por eso que trataré de explicaros mi concepto sobre este sujeto con el fin de dar una definición más aproximada a la realidad y más clara que las otras dos.


      Para empezar, el arte es un medio. Esto ya de por sí significa muchísimas cosas, por ejemplo, si el arte es un medio, nunca puede ser un fin en sí mismo. Todo eso de “El arte por el arte” para mi no es más que una chorrada (y bastante burguesa desde mi punto de vista). Pues bien, si el arte es un medio... ¿entre qué está en medio? Esta es fácil el arte está entre el artista (o interprete) y su público (es decir, aquellos que reciben/leen/escuchan/ven la obra de arte). Pero si es un medio también tiene un fin, ¿cual es entonces el fin del arte, su auténtica finalidad? Desde mi punto de vista la finalidad del arte es transmitir una emoción, un pensamiento, una idea o una sensación (o varias cosas de cada, o una mezcla de ellas, vamos). Esta es para mí la definición básica de arte. El arte es un medio del que se vale el artista para transmitir una emoción/idea/pensamiento/sensación a su público.


      Pero por desgracia, con esto sólo no basta para definir el arte por razones obvias (de hecho según el razonamiento que expuse en el primer artículo de esta serie según esta definición decir “tengo hambre” seguiría siendo arte). Y aquí es donde entramos en lo complicado (y de hecho en lo que provoca las divergencias entre las distintas escuelas artísticas). Y es que el arte es un medio del que se vale el artista para transmitir algo a su público, pero un medio con unas características determinadas. Ya os adelante que es bastante probable que no esteis de acuerdo conmigo en cuales son estas características.


      Para mi la primera característica del arte es que su interpretación no es unívoca. Es decir, una obra de arte no transmite únicamente una idea (uso el termino idea para resumir, no me matéis) sino tantas como receptores tenga, es decir, lectores, oyentes, público. A todos nos ha pasado que al ir con nuestros amigos a ver una buena película cada uno sale con un concepto distinto de lo que el director pretendía decir con la misma. Por poneros un ejemplo claro, de la obra que ahora mismo estoy escuchando hay gente que hace un análisis eminentemente socialista, otros lo analizan de acuerdo con la psicología jungiana y fue utilizada tanto por los nazis como por los yanquis como propaganda. ¡Hay que ver como una sola obra puede generar tanta disparidad de opiniones! Esto pasa con toda obra de arte, por lo tanto, debe ser algo inherente al propio concepto de arte. Pero, ¿por qué pasa esto? Con un breve análisis llegaremos a la que para mí es la segunda característica del arte.


      Es evidente que si yo digo “tengo hambre” todo el mundo que conozca mi idioma va a saber lo que quiero decir, pero en el arte esto no pasa, ¿por qué? Pues sencillamente porque, en materia de arte, cada uno tiene su propio idioma. En arte no puedes encontrar un diccionario que te diga por ejemplo lo que significa un acorde de sexta napolitana, o que te diga lo que significa “Sólo ya el no querer es lo quiero” (verso de Quevedo, por cierto). Es totalmente imposible porque ello dependerá de nuestra experiencia personal, distinta en cada uno de nosotros. Como mucho lo puedes analizar y decir: “una sexta napolitana es la triada cuya fundamental es el segundo grado de la escala rebajado cromáticamente”, o “Quevedo en tal verso emplea tal figura poética”, pero nunca puedes decir lo que significa en general, sí, para ti, ojo, pero nunca lo que significa para todo el mundo. Decir “Sólo ya el no querer es lo que quiero” puede sonar terriblemente triste, pero también puede ser un grito de triunfo en boca de alguien que ha llegado a esa conclusión tras una larga lucha consigo mismo. Por eso la interpretación de cualquier obra de arte es siempre totalmente personal, salvo el los aspectos técnicos, claro, y he aquí donde llegamos a la tercera característica del arte.


      Todo arte requiere una técnica. Es decir, el arte requiere elaboración, el concepto de inspiración es totalmente erróneo. Bueno, la inspiración existe, pero como decía el gran artista “...que me coja trabajando”. Y es que sin elaboración no hay arte. Yo puedo tener las mejores ideas del mundo para una novela que revolucionará la historia de la literatura, pero si no me pongo a escribirla y a medir cada palabra, y a valorar y escoger cada recurso poético que emplee, es decir, si no le aplico una técnica mediante el trabajo, esa idea se queda en nada. Y claro, yo no soy un artista sino un colgado. Es por esto que todo arte requiere una técnica. Y sé que muchos de vosotros os preguntaréis que técnica hay detrás de algunas obras (sobre todo a partir de la mitad del siglo veinte), qué elaboración hay para que sean consideradas arte. Bueno, ahí está la gracia, y es que la elaboración no tiene por qué estar patente en la obra. Muchas escuelas rupturistas con la tradición, tras mucho planteárselo, decidieron que el arte tenía que ser simplificado, esa es la elaboración oculta tras muchas obras de arte del último siglo. Puedes estar más o menos de acuerdo, pero debes estar de acuerdo que sí que hay trabajo tras estas obras, aunque sea una mera edificación intelectual.


      Otra característica que a mi juicio debe poseer una obra de arte es la complejidad estructural. ¿Y qué es esto de complejidad estructural? Va muy ligado a lo que os decía antes de la elaboración. Toda obra de arte tiene una estructura interna compleja, si no la tiene no es arte. Y de hecho la complejidad es tal que en cualquier obra de arte siempre podremos hablar como mínimo de dos niveles estructurales distintos: una infra y una super estructura. Por poneros un ejemplo sencillo: “ La Regenta”, genial novela de “Clarín” se divide en treinta capítulos, de los cuales los quince primeros son prácticamente descriptivos transcurriendo la acción en los quince últimos. Esto es un ejemplo de superestructura. Para llegar a la infraestructura deberíamos analizar cada frase en todos los aspectos y este tipo de cosas que son un poco coñazos. Pero es indudable que incluso cada capítulo cuenta con una estructura propia. Es por ello que hablo de complejidad estructural como algo inherente al arte.


      Y, ya como última característica definitoria del arte, creo que el arte debe decir siempre algo nuevo. Es decir, cada obra de arte debe tener un aspecto como mínimo profundamente original, incluso revolucionario. Quiero decir, la gente que hace música como quien hace churros, sin innovar, todo siempre igual solo para vender. Esa gente no son artistas, son artesanos. El arte debe tener originalidad, más o menos, pero debe tenerla o se convierte en una mera repetición de lo anterior. Borges habla sobre esto en un interesantísimo relato titulado “Pierre Menard, autor del Quijote”, que desde aquí os recomiendo y que algún día analizaré puesto que plantea algunas cuestiones al respecto muy interesantes, pero que por falta de tiempo (que ya son casi las cinco de la mañana, joder) no puedo analizar aquí.


      Así pues mi definición del arte es la siguiente:


ARTE:              Medio del que se vale el artista (o interprete) para transmitir una emoción, una idea, un pensamiento o una sensación a su público siempre que dicho medio respete las siguientes características: una interpretación no unívoca, el uso de un lenguaje artístico y cultural propio, la existencia de una elaboración, que tenga complejidad estructural y que sea novedoso.


      Esa es, así a bote pronto, mi definición de arte. Sé que se me quedaron muchas cosas por decir y en cada una de estas características podría haberme explayado mucho más (y algún día tal vez lo haga), pero ya es tarde y estoy cansado de hablar yo, quiero escuchar vuestras opiniones...

jueves, 15 de octubre de 2009

¿Qué es el arte? (II parte)

      Bueno, pues aquí estoy otra vez delante del ordenador, y como lo prometido es deuda, y bien sabe San Pancracio que “líbreme Dios de tener deudas”, y al ser yo hombre honrado y cabal de noble familia (sí, currantes todos, ¿qué hay más noble que eso?) y reconocido buen nombre (al menos entre la gente en que mi nombre es reconocido y es considerado bueno) trataré de continuar hoy con todo esto de la definición del arte. Y para ello he realizado dos pasos muy concretos: el primero de ellos ha sido poner a reproducir un CD que tengo por aquí y gracias al cual ahora mismo estoy escuchando el Cuarteto de Cuerdas en Do menor Op. 18 nº4 de Beethoven (aunque la verdad, reconozco que puse este disco por el increíble cuarteto opus 130 y, especialmente, por la inimaginable Gran Fuga con que acaba- de la que hablaré en otro momento); y como segundo he abierto la sacrosanta Wikipedia.


      Sí, habéis acertado me voy a meter de lleno con la definición de arte que nos da este engendro multifacetado que trata de pasar por una enciclopedia. Definición que podéis encontrar aquí. Así que allá vamos:



ARTE:      En términos generales se denomina arte a la actividad o producto en los que el ser humano expresa ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, a través de diversos recursos; como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos. Se considera que con la aparición del Homo Sapiens el arte tuvo en un principio una función ritual, mágico- religiosa, pero esta función cambió a través del tiempo.


Wikipedia dixit.



      He de decir que esta definición me parece de entrada menos desastrosa que la de la RAE, aunque no por ello más acertada. Pero bueno, minipunto para ellos. Me gusta por ejemplo que empiece con la frase “en términos generales...” aunque no sé muy bien por qué, puesto que en realidad cuando defines algo siempre hablas de ese algo en términos generales (por ejemplo, la definición de árbol no se refiere a un árbol en concreto, sino a todos los árboles en general). Pero bueno, al menos ya te va indicando que lo que te van a decir es bastante vago, lo cual está bien para irte preparando.


       Y si aquí esperabais un análisis pormenorizado de la definición como ya hice en el artículo anterior, podéis esperar sentados, porque creo que el espíritu de la wiki me acaba de poseer y voy a seguir su método a la hora de realizar las entradas, es decir, no seguir ninguna metodología en absoluto sino simplemente ir poniendo lo que mis distintas y esquizofrénicas personalidades me vayan dictando en cada momento cual internautas ocultos tras un nick en la red de redes.


      Y es que, en verdad, la mayoría de mis objeciones ante esta definición ya las he explicado, quiero decir, nos volvemos a topar con la maldita concepción antropocéntrica de las cosas (¿cómo que sólo el ser humano puede hacer arte?) y otros términos comunes. Pero al menos no cae en lo de desinteresado y otras gilipolleces por el estilo.


      Lo que si que no entiendo en absoluto es la última frase. Y es que es una cuestión de estilo que cae de cajón. Esa frase está absolutamente descolgada, no es parte de la definición, evidentemente (sería literalmente como si en la ya mentada definición de árbol añadiéramos al final que antes de nuestra era había especies distintas de árboles a las actuales). Pero bueno, lo achaco a esa falta de método y de rigurosidad científica general de toda la Wikipedia.


      Al menos en el párrafo siguiente (que no he reproducido aquí) se admite que la definición de arte está sujeta a profundas polémicas, y no puedo estar más de acuerdo con eso, la verdad. Aquí sí que se ganan un gallifante. Y el resto de la entrada no es del todo mala tampoco. Por ejemplo, hablan de la diferencia entre arte y artesanía (según ellos un artesano produciría obras múltiples y un artista obras únicas – y entendiendo “obras múltiples” como obras idénticas, me parece acertado); se habla también del cambio que la concepción de arte sufrió a lo largo del tiempo y de que es considerado arte actualmente (en concreto: la arquitectura, la danza, la escultura, la música, la pintura, la literatura, la cinematografía, la fotografía y el cómic – con la adición según algunos autores de la televisión, el teatro, la moda, la publicidad, la animación y los videojuegos).


      De esta lista se podrían decir muchas cosas, por ejemplo yo no considero que la moda sea un arte sino una artesanía o, para mí el teatro es una derivación de la literatura, pero bueno, en general no es mala lista. Al fin y al cabo siempre es mejor pecar por exceso que por defecto. Bueno, siempre es mejor pecar en general, aunque sólo sea para joder a la iglesia católica (y que nadie me replique en esto, una gente que ha tenido el monopolio del arte durante siglos en Europa no es buena gente).


      Por otro lado, una de las ventajas de lo multimedia es que puedes poner fotos a tus artículos, y las que adornan este no están del todo mal. “La Victoria de Samotracia”, “La Mona Lisa”, cuadros de Shakespeare y de Beethoven y ejemplos de arquitectura, fotografía y arte digital son buenas formas de documentar una artículo relacionado con el arte. Aunque, claro, se hecha en falta alguna pequeña pieza musical, como sí que añaden en otros artículos; pero no se puede pedir todo (más que nada porque nunca te dan todo, sino el mundo sería un lugar mucho mejor).


      Y ya me estoy alargando otra vez demasiado y tengo más cosas que hacer, la verdad, así que aquí lo dejo por hoy. Decir por último que si quieres saber lo que es el arte es un poco mejor acudir a la wikipedia que al diccionario, aunque esto no debería sorprender mucho teniendo en cuenta que en la wiki tienes muchísimo más espacio para definir algo que en cualquier diccionario (por si alguien no lo sabía, que aún habrá muchos que en su puta vida hayan mirado un diccionario). Además, se acerca por fin la Gran Fuga en Si bemol mayor opus 133 de Ludwig van Beethoven, así que os dejo. En breve la tercera y última parte de esta diatriba, donde trataremos de dar una definición más ajustada de lo que es el arte como conclusión a todo este desbarre. Os espero.


viernes, 9 de octubre de 2009

¿Qué es el Arte? (I parte)


     Si yo fuera yanqui, probablemente comenzara este artículo poniendo la definición que da el diccionario Webster sobre un término tan amplio, manido y confuso como es la palabra “Arte”. Por suerte para todos (especialmente para mí) no he tenido la inmensa desgracia de haber nacido en ese país sino en otro, pero la idea de comenzar esta breve reflexión con una definición me parece buena; y como en la zona donde resido uno de los idiomas más hablados es el castellano, haré lo típico y os soltaré la definición que da la RAE de la palabra arte:


ARTE:        Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.


      He de decir que no he podido comprobar si esta es la definición auténtica de la RAE, pero está puesto en un foro de Internet (concretamente http://foro.artelista.com/sobre-la-definicion-de-arte-de-la-rae-t5549.html) y todo el mundo sabe que en Internet nadie miente, claro. (De hecho más adelante hablaré también de la definición que da la Wikipedia para que comprobéis lo bien que me he documentado - efectivamente poner “arte rae” en Google e ir a una de las primeras páginas o introducir la sagrada palabra “arte” en la wiki es una gran documentación – niños, ya sabéis, no hagáis esto en casa).


      Bueno, al tema, que aparentemente esa es la definición que da la RAE del este término. La cuestión es que no estoy de acuerdo. Así de sencillo. Y para explicároslo desgranaré la definición casi palabra por palabra.



      Empecemos: “Manifestación de la actividad humana...” Bueno, o no. Quiero decir, considero bastante probable que exista vida alienígena ahí fuera, aunque nunca lleguemos a contactar con ellos, y lo más probable es que también tengan sus propias formas de arte. Eso por no mencionar el hecho de que realmente no estamos para nada seguros de que el resto de los animales con los que compartimos este planeta no hagan arte (pensad en los cantos de los pájaros o de las ballenas, nunca se sabe).


Yo 1 – RAE 0


      Pero sigamos “... mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada...” Con lo de visión personal estoy totalmente de acuerdo, pero ¿desinteresada?... Si la RAE considera solamente los intereses económicos estoy de acuerdo, pero tal y como está expresado es un término demasiado amplio, sobre todo teniendo en cuenta que yo creo que toda “actividad humana” es interesada, ah, y el arte también. Me explico: Cuando uno crea arte siempre hay algún tipo de interés: desde el interés en que alguien lo contemple y reconozca tu mérito hasta el interés en la autorrealización (o interés en no pasar un rato aburrido, que viene a ser prácticamente lo mismo); así que, desde mi punto de vista, el arte es claramente interesado.


Yo 2 – RAE 0


      Pero no nos quedemos ahí, sigamos, por favor. Con la siguiente parte estoy totalmente de acuerdo: “...que interpreta lo real o imaginado...”, pero teniendo en cuenta que toda la existencia se basa en una interpretación de lo real (lo cual conlleva inevitablemente lo imaginado) me parece una perogrullada. No sé, es como decir que 1=1 o que una vaca es una vaca, o sea, que creo que sobra directamente.


Yo 2 – RAE 0

(hay que ser un poco bondadoso y no anotarme este tanto, sino pobres académicos de la lengua, que depresión se pillarían)


      Y con la última parte pasa algo similar. “... Con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.” Hombre, todo lo que hacen los hombres son recursos plásticos, lingüísticos o sonoros, si nos paramos a pensarlo. Claro, presupongo que para la RAE el movimiento es un recurso plástico (o eso o no consideran la danza como un baile... no creo, ¿no?). Y no sé, pero yo todo lo que hago en mi vida es moverme y emitir sonidos (mediante el movimiento también). He de decir, que también tengo en cuenta las cuestiones fisiológicas y toda esa mierda. Por ejemplo, pensar no es más que el movimiento de una energía en mi cerebro, pero movimiento al fin al cabo. 


Ahora sí:

Yo 3- RAE 0

(Gana yo, uséase Yo)



      ¿En qué nos queda al final la definición de la RAE según estas consideraciones) Pues más o menos en algo así:


ARTE:        Manifestación de la actividad mediante la cual se expresa una visión personal y terriblemente interesada que es lo que hacemos constantemente.


      Y tan pancho me quedo, oye.



      Vale, sé que todo esto os puede parecer una reductio ad absurdum (mi latín no anda muy bien últimamente, aviso), pero es que ni siquiera es necesario esto para desmontar la definición de la RAE. Y para demostrarlo os propongo un pequeño experimento: simplemente imaginaros algo que pueda entrar dentro de la susodicha definición y veréis como en la mayoría de los casos nadie lo consideraría arte.


     Empiezo yo, ¿vale?, luego seguís vosotros en los comentarios (si os apetece hacer esta chorrada u os aburrís mucho).


      Imaginate que tienes hambre y dices: “Tengo hambre”. Querido lector, acabas de crear arte. Asombrado de que fuera tan fácil, ¿eh?


     Y si no me creéis no tenéis más que acudir a la definición:


     Decir “tengo hambre” cuando estás hambriento no es más que una manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal (eres tú el que tiene hambre) y desinteresada (os remito a lo dicho arriba sobre esto, pero si aún así creéis que esto es algo interesado os propongo que lo digáis en un sitio donde no haya nadie más, para que sea realmente desinteresado) que interpreta lo real (tienes hambre) o imaginado (piensas que tienes hambre) con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros (es más con recursos lingüísticos y sonoros, o sea que es más arte todavía).


     Pues sí, según la RAE acabas de hacer arte, enhorabuena.



      Y por ahora ya me he extendido demasiado, en breve continuaremos con la segunda parte de este artículo en donde analizaremos … (emoción)... (suspense)... (musiquita de chan, chan en un modo menor)... sí, queridos amigos, analizaremos ni más ni menos que la definición que da la sacrosanta Wikipedia, madre de todo conocimiento e hija de un Dios pecaminoso y plagado de pornografía llamado Internet (Te alabamos oh Internet, Red de Redes, Señora del cielo y de los bites y Distribuidora de ingentes cantidades de pornografía. Amén – La respuesta es un coro diciendo “Gloria a ti, señor Bill Gates”).


     Ah, y en la segunda parte intentaré también explicar a donde coño quiero llegar con toda esta gilipollez, que ya va siendo hora. Os espero.